RIACHUELO
Por: Jorge Godoy
Riachuelo, te acordas, de lo que eras ayer. De lo demasiado que significabas para toda esa enorme cantidad de gente que a diario te cruzaban para ir a sus trabajos. No había horarios, nunca podías dormir, estabas a la vera nada menos que de la ciudad que nunca dormía. Buenos Aires.
Llegaste a ser sino el rió mas importante, el mas conocido, el mas renombrado. Letras de tangos te tuvieron entre sus lineas, barrios enteros llenos de vida, acariciaste en sus limites. Pusiste en claro lo que era la Capital y la Provincia, fuiste la referencia entre el porteño y el provinciano. Y dejaste posar sobre tus margenes tan solo algunos pocos, escasos puentes, memorables estructuras de hierros de un antaño que ya nunca jamas mas retornara.
Porque fuiste época, acompañaste al crecimiento de la ciudad porteña y dejaste abierta tu puerta trasera para el progreso de Barracas al sud, para que esta se conectara a través tuyo como se conecta el niño con su madre por el cordón umbilical.
Tus chimeneas hoy están apagadas, de tus barcazas solo nos queda algún vago recuerdo entre nosotros, aquellos que, ya se nos dificulta el buen uso de la memoria y nos queda mucho menos tiempo para hablar, de algo que hoy nadie, casi nadie, le interesa demasiado saber.
FIN
Estimado Lector, muchas gracias y hasta la próxima entrada.
Por: Jorge Godoy
Riachuelo, te acordas, de lo que eras ayer. De lo demasiado que significabas para toda esa enorme cantidad de gente que a diario te cruzaban para ir a sus trabajos. No había horarios, nunca podías dormir, estabas a la vera nada menos que de la ciudad que nunca dormía. Buenos Aires.
Llegaste a ser sino el rió mas importante, el mas conocido, el mas renombrado. Letras de tangos te tuvieron entre sus lineas, barrios enteros llenos de vida, acariciaste en sus limites. Pusiste en claro lo que era la Capital y la Provincia, fuiste la referencia entre el porteño y el provinciano. Y dejaste posar sobre tus margenes tan solo algunos pocos, escasos puentes, memorables estructuras de hierros de un antaño que ya nunca jamas mas retornara.
Porque fuiste época, acompañaste al crecimiento de la ciudad porteña y dejaste abierta tu puerta trasera para el progreso de Barracas al sud, para que esta se conectara a través tuyo como se conecta el niño con su madre por el cordón umbilical.
Tus chimeneas hoy están apagadas, de tus barcazas solo nos queda algún vago recuerdo entre nosotros, aquellos que, ya se nos dificulta el buen uso de la memoria y nos queda mucho menos tiempo para hablar, de algo que hoy nadie, casi nadie, le interesa demasiado saber.
FIN
Estimado Lector, muchas gracias y hasta la próxima entrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario