viernes, 21 de agosto de 2015

LOS MATICES DE LA VIDA (fragmento)




 LOS MATICES DE LA VIDA
                    (Fragmento)

                                              de: Jorge Godoy



---Así fue nomas, sobrino. Cuando muchos se enteraron de la heráldica de la familia no lo podían creer.

---¿Y, se quedaron sin nada, tío?

---Eso es, exactamente sin nada.

---¡Que espanto! Vivir con la angustia de haber podido tener de todo, y hoy... no tienen ni adonde caerse muertos.

---Y lo peor es que..., el común de la gente de esto, no saben nada. Aun creen que son gente adinerada, y que viven así miserablemente, solo porque les gusta.

---¡Que moraleja! Tío. Y pensar que hay tanta gente que vive así, de ese modo. ¡Pero ellos, no! Pobres, deben andar caminando expuestos a esas miradas filosas, de la desconfianza y el desprecio de toda la chusma.

---Así es, sobrino. Para toda la vida, un sufrimiento inmerecido, por supuesto, y, sera hasta que se mueran.

---Cuantos matices que tiene la vida. ¿no tío?



                                                       
                                                         
Estimado Lector muchas gracias y sera hasta la próxima entrada.

domingo, 2 de agosto de 2015

RIACHUELO

       RIACHUELO

                                                                                                           Por: Jorge Godoy
         

           Riachuelo, te acordas, de lo que eras ayer. De lo demasiado que significabas para toda esa enorme cantidad de gente que a diario te cruzaban para ir a sus trabajos. No había horarios, nunca podías dormir, estabas a la vera nada menos que de la ciudad que nunca dormía. Buenos Aires. 

         Llegaste a ser sino el rió mas importante, el mas conocido, el mas renombrado. Letras de tangos te tuvieron entre sus lineas, barrios enteros llenos de vida, acariciaste en sus limites. Pusiste en claro lo que era la Capital y la Provincia, fuiste la referencia entre el porteño y el provinciano. Y dejaste posar sobre tus margenes tan solo algunos pocos, escasos puentes, memorables estructuras de hierros de un antaño que ya nunca jamas mas retornara. 

        Porque fuiste época, acompañaste al crecimiento de la ciudad porteña y dejaste abierta tu puerta trasera para el progreso de Barracas al sud, para que esta se conectara a través tuyo como se conecta el niño con su madre por el cordón umbilical. 

         Tus chimeneas hoy están apagadas, de tus barcazas solo nos queda algún vago recuerdo entre nosotros, aquellos que, ya se nos dificulta el buen uso de la memoria y nos queda mucho menos tiempo para hablar, de algo que hoy nadie, casi nadie,  le interesa demasiado saber.

                                                FIN

Estimado Lector, muchas gracias y hasta la próxima entrada.