martes, 1 de diciembre de 2015

LA CASA QUEDO CHICA: PARTE 2

          LA CASA QUEDO CHICA

                     PARTE 2

                                                Por: Jorge Godoy 


      Por la  mishiadura o por la pobreza, el deterioro empezó a adueñarse de las casas, primero se empezó a descuidar la pintura, luego la mampostería y después los patios del fondo comenzaron a ser deposito de basura y los de adelante ya no lucían esos lindos jardines de antaño con hermosos rosales, ni jazmines. Ni siquiera perduraron los malvones, tampoco las dalias y mucho menos las margaritas.
       Para darle una rápida solución, el cemento, paso a adueñarse en parte de los patios delanteros, los que eran orgullo de las abuelas. 
       Al paso del tiempo hubo que enrejar todo, primero las ventanas, luego las puertas y mas luego los frentes. Ahora no se ven mas jardines. El mas imaginativo de los vecinos, planta césped y en el medio algún árbol con espinas, para que este no quede tan vació. Así los domingos se han convertido en días para darle a la maquina cortadora de césped por parte de los hombres de la casa, que con media hora les alcanza para que el frente luzca mejor, mas arregladito, eso por si acaso vienen familiares a comer al mediodía.
      Un par de baldazos de agua enjabonada, mezclada con algún desodorante barato, y con el escurridor, a empujar el agua para fuera, a las veredas, en donde sin ninguna ayuda, escurre el agua hacia los desagües pluviales, y así las veredas se arreglan solas, porque si abrís la reja para empujar el agua corres el riesgo de que te entren a robar, y eso no es una linda idea para empezar a pasar un día de domingo por la mañana.
      La lluvia, se encargara seguramente de hacer ese trabajo y sino, mala suerte. El viento ayuda y se encarga de traer hasta las rejas, envoltorios de caramelos, chocolatines, alfajores, botellas plásticas en deshuso y alguna que otra hoja de diario seca y amarillenta. Con los pocos arboles que aun quedan en las veredas, las hojas hacen también un circuito de anegación para los transeúntes. 
     Que lastima, que estos arboles que habían sido plantados por los dueños de las casas hace ya mas de treinta años, ya se ven muy poco, ahora se plantan también, pero otras especies, algún ficus, alguna plata espinosa, ni hablar de los canteros que han quedado en desuso, solo sirven para que por las noches los vagos se pongan a tomar y tomar mas bebidas alcohólicas, desparramando botellas por todos lados, como siempre, molestando hasta el amanecer.
     Para eso solo sirven, lastimosamente hablando,  las veredas de hoy en día. 

                                               Fin de la parte 2


Estimado Lector, gracias y hasta la próxima entrada


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